¿Cómo solicitar una cama articulada a la Seguridad Social?

Muy importante: cada comunidad autónoma es diferente

Te queremos comenzar diciendo esto para que estés al tanto de un factor que se suele omitir y para el cual resulta imprescindible estar preparados.

El funcionamiento de la solicitud de cama articulada a la Seguridad Social cambia dependiendo de cada Comunidad Autónoma. Por lo tanto, aunque los procesos son parecidos, te encontrarás con diferencias dependiendo de dónde hagas la petición.

Nosotros hemos intentado generalizar lo máximo posible para que la guía te pueda resultar de ayuda vivas donde vivas. En el proceso hemos visto que la Comunidad de Madrid establece un proceso que otras muchas comunidades han replicado. Eso la convierte en el mejor ejemplo que te podemos dar.

Pero, al margen de esto, te recomendamos que si te encuentras algún problema en el proceso de solicitud, hables con tu médico de cabecera o asistente de la Seguridad Social para que te pueda guiar con los trámites necesarios. Seguro que te echará una mano en todo lo que necesites.

Pasos para solicitar una cama articulada a la Seguridad Social

No te vamos a marear con explicaciones largas. Toma nota de los distintos pasos que tienes que llevar a cabo para conseguir la cama articulada que tu familiar necesita.

Paso 1. Visita al médico de cabecera

Lo primero de todo es hablar con tu médico de familia o con el especialista que esté siguiendo el tratamiento o la situación del paciente.

No obstante, lo más probable es que ese médico ya se haya anticipado a que tu familiar necesite una cama articulada.

Si no es así, no dudes en comentarle este interés y en plantearle la necesidad que tienes para que la calidad de vida del enfermo pueda mejorar.

Paso 2. Define la forma en la que recibirás la cama articulada

Este punto es crítico en lo que se refiere a residir en una comunidad o en otra. Queremos ser totalmente transparentes contigo para que no pierdas tiempo.

En algunas comunidades autónomas, como Madrid, la cama articulada que recibas será bajo contrato de cesión y tendrás que devolverla cuando haya terminado su periodo de uso.

En otras regiones, deberás hacer la compra de la cama y, cumplimentando los documentos necesarios, la comunidad se ocupará de reintegrarte el importe o una parte del mismo.

Por ello, es importante que, en este punto, te informes bien de las circunstancias que se registran en la comunidad en la que resides. Para ello, te recomendamos que hables con un asistente de la Seguridad Social de tu zona para que te informe de todo lo que tienes que hacer.

Paso 3. Reúne la documentación necesaria

Una vez más, dependiendo de tu comunidad tendrás que presentar unos documentos u otros. De todas maneras, hay algunos aspectos que son comunes:

Además, como es habitual en cualquier trámite que se vaya a realizar para una persona en situación de dependencia o cualquier otro trámite médico, habrá que presentar el DNI del solicitante y de la persona que tiene la tutela si se encuentra incapacitado legalmente, así como la tarjeta sanitaria.

También es necesario un documento con un informe financiero del enfermo que servirá para que se confirme la situación económica de la persona beneficiaria de la ayuda. Este archivo puede ser solo una copia de los resultados de la última Renta, pero es más común que se trate de un documento completo en el que se indique el estado de la cuenta bancaria, los préstamos que se encuentren en activo o cualquier otro ingreso y gasto que se produzca de forma rutinaria a lo largo del año. Se puede presentar el mismo documento que los informes financieros de tutela anuales.

Por último, se puede adjuntar cualquier documento que el especialista que supervisa la situación médica del enfermo haya querido aportar como forma de corroborar la necesidad que tiene de usar esta cama articulada.

Paso 4. Esperar la respuesta de la Seguridad Social

Una vez presentada la solicitud, la Seguridad Social realizará una valoración en la cual se tendrán en cuenta todos los factores e información aportada para determinar si el enfermo tiene la necesidad de contar con esta cama articulada o no. Este tipo de trámite lo realiza el técnico de Distrito del Centro de Servicios Sociales de la zona.

Si se da la operación por aprobada, se realiza la planificación de la intervención social que necesitará el paciente. Luego el enfermo recibirá un comunicado a través de carta en el que se le informará de si su petición ha sido concedida o denegada. En ese punto se le proporcionará una fecha orientativa en la cual se llevará a cabo la entrega de la cama en el caso de ser una cesión, o se le proporcionará la información sobre cómo hacer la solicitud del reintegro del dinero utilizado en la cama.

En algunas comunidades, aunque no es frecuente, se da una tercera opción: que la Seguridad Social estime un precio medio de la cama articulada y ese dinero se ingrese por adelantado para que sea posible comprarla sin que suponga un esfuerzo económico para el paciente. Si se produjera el fallecimiento del enfermo en el periodo de tiempo en el que el dinero llega a la cuenta bancaria, este importe se podría utilizar legalmente para los gastos que estén relacionados con el fallecimiento. No obstante, recomendamos que este último punto se confirme con la Seguridad Social a fin de evitar problemas.

Paso 5. Instalación o compra de la cama

Por supuesto, siempre es más satisfactorio poder hacer la compra de la cama articulada de 105 cm que necesite el enfermo. Nada mejor como estrenar la cama y tener la capacidad de elegirla. Los modelos de 105 cm son los más cómodos y los que los especialistas recomiendan para garantizar un mayor nivel de descanso y comodidad en el día a día.

Cuando se realiza la cesión de una cama articulada por parte de la Seguridad Social, no siempre se trata de camas de 105 cm y, en algunos casos, no son modelos precisamente nuevos. Estas pueden ser circunstancias que hagan pensar en que quizá resulte más atractiva la compra de la cama por mucho que no exista, en esa comunidad, subvención para cubrir los gastos. Aquí cada familia puede decidir qué es lo que prefiere hacer. Por supuesto, también influye si el uso de la cama va a ser crónico o temporal.

¿Qué requisitos hay que cumplir para solicitar una cama articulada a la Seguridad Social?

Lo cierto es que los requisitos reales no son tan exigentes como los que se suelen mencionar. No hay que tenerle miedo a contactar con la Seguridad Social e iniciar este proceso, porque lo único que resulta preocupante es la demora que suele haber en los trámites. De ahí que sea recomendable comenzar cuanto antes. Dicho esto, hay que decir que los requisitos son los siguientes:

Estos son los requisitos para llevar a cabo la solicitud. Después, la Seguridad Social valorará otros aspectos, como el patrimonio, la pensión o los ingresos que el paciente recibe anualmente. En el análisis financiero también se tendrán en cuenta las cargas familiares o el resto de componentes del núcleo familiar, así como los resultados de las cuentas del informe financiero indicado anteriormente.

¿Dónde presentar la documentación?

Depende de la comunidad donde resida. En Madrid, por ejemplo, los ciudadanos tienen la posibilidad de presentar los documentos pertinentes presencialmente o a través de la web del ayuntamiento, pero esta función no se encuentra disponible en todas las comunidades de España.

De tener dudas al respecto, lo mejor es preguntar al asistente de la Seguridad Social o personarse en el Centro Municipal de Servicios Sociales al que corresponda el enfermo respecto a su empadronamiento.

¿Cómo saber si aceptarán mi solicitud de cama articulada a la Seguridad Social?

No es fácil. Nunca se sabe cuál puede ser el veredicto y, como decíamos, a veces el proceso resulta ser demasiado lento. Hay una serie de factores que se tienen en cuenta para asignar “puntos” que dan más posibilidades de recibir la concesión de la solicitud.

Por ejemplo, influye, tal y como hemos dicho antes, el poder adquisitivo del enfermo, su situación económica familiar o las cargas financieras que tenga. También es un factor de peso el grado de incapacidad que tenga la persona, variando mucho entre si es alguien que tiene que estar las 24 horas en cama o si se trata de una persona con cierta autonomía.

Otro factor que pesa en la concesión de esta petición es si el enfermo se expone a riesgos debido a no tener esta cama articulada. Se valora si debido a la ausencia de la cama se expondrá a problemas de salud adicionales o si su condición se verá afectada negativamente.

Por último, no menos importante, la Seguridad Social también analiza a la persona que tiene la tutela o que se encarga del cuidado del enfermo.

Por ejemplo, si se trata del cónyuge y este ya cuenta también con una edad avanzada, la concesión de la cama será más sencilla, dado que la Seguridad Social tendrá en cuenta que la persona cuidadora, sin la cama, tendría más trabajo y problemas para hacer sus tareas

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